top of page

LOVE LIKE THIS

  • Foto del escritor: Santiago Maza
    Santiago Maza
  • 29 mar
  • 4 Min. de lectura

Álbum: Colmillo De Leche Live Sessions

Música: Carin León

Año: 2023



Nunca desperté temprano / siempre andaba desvelado / Nunca hacía el desayuno / y hoy te lo hago a ti.


Nunca dije "no" a la fiesta / o algo que se pareciera / Pero todo ha cambiado / desde que estás aquí…


Nunca es fácil explicar el amor concreto. No el concepto de amor en general, sino el amor específico a esa persona que provoca cambios en ti, muchas veces impensables. Al enamorarse de una mujer, muchos y muchas dejan el alcohol, los vicios, las fiestas y las desveladas… y lo mismo pasa con Dios: los enamorados cambian de vida.


Cuanta gente, al enamorarse de Dios, deja de lado mil cosas malas… ¡y mil cosas buenas! El amor a Dios hace que de repente todo pase a segundo plano… todo ha cambiado / desde que estás aquí…


Por amor a Dios es posible levantarse un poco más temprano para hacer un rato de oración y ajustar los planes de la tarde para llegar a Misa. Por amor a Dios es posible bañarse con agua fría o dejar de comer el postre favorito. Por amor a Dios es posible rezar el rosario en lugar de escuchar música todo el camino… por amor: todo ha cambiado / desde que estás aquí…


Es más. Si tu vida no ha cambiado desde que estás luchando por poner a Dios en primer lugar… algo anda mal. Si no has tenido que ajustar tus prioridades, tus planes, tus tiempos, tus hobbies, tus actitudes… si sigues igual que cuando no estabas tan enamorado de Dios, quizá no estás tan enamorado.


Y no es fácil explicar el amor concreto porque el amor no es el resultado de la suma de una serie de factores favorables…


Es por la forma en que sonríes / y por la forma en que me ves / Es porque tú me convertiste / en lo mejor que puedo ser / Es por un montón de cosas / no sé cómo merecí / Que yo encontrara un amor así…


Todo eso es verdad, pero no agota las razones del enamorado. Y con Dios podríamos decir lo mismo. Es por la forma en que sonríes / y por la forma en que me ves… ¡cuántas veces nos hemos conmovido por una imagen de Jesucristo! Nuestros sentidos nos permiten ir captando destellos de Dios y nos remueven de mil modos: son pinturas, esculturas, canciones, poemas, películas, oraciones… Es Jesucristo en el sagrario que te mira con amor… y te sonríe.


Una razón más profunda es la siguiente: Es porque tú me convertiste / en lo mejor que puedo ser… El efecto es increíble: el amor de Dios saca lo mejor de nosotros. No hay amor como su amor. Créetelo: no hay amor como su amor.


No hay amor como su amor en general… pero tampoco en particular: no hay amor que se compare al amor que Dios te tiene a ti y al que tú le puedes dar si correspondes. Dios es el amor más grande al que cada uno de nosotros puede aspirar. Y eso solo es posible… porque Dios quiso. Es por un montón de cosas / no sé cómo merecí / Que yo encontrara un amor así… Esa es la sensación que nos debería de dar el amor que Dios nos tiene y el tipo de relación que nos propone: no sé cómo merecí…


Nunca me emocionaba / simplemente no hacer nada / Todo el fin de semana, solos tú y yo / Nunca me había pasado, estar así es tan raro / Nunca estar enamorado como yo lo estoy


Esos versos captan bien la esencia del enamorado: solo quiero estar con ella. Todo lo demás da igual. Y eso es lo que Dios nos propone para la eternidad: estar con Él. Claro que podemos ir adelantando esos momentos, como cuando te vas un fin de semana de retiro de silencio y oración: Nunca me emocionaba / simplemente no hacer nada / Todo el fin de semana, solos tú y yo / Nunca me había pasado, estar así es tan raro / Nunca estar enamorado como yo lo estoy. Esa es la clave por la cual ahora sí nos podría emocionar un retiro, o un rato de oración, o de adoración ante el Santísimo expuesto… Nunca estar enamorado como yo lo estoy.


Es por la forma en que sonríes / y por la forma en que me ves / Es porque tú me convertiste / en lo mejor que puedo ser / Es por un montón de cosas / no sé cómo merecí / Que yo encontrara un amor así


Queda claro que el no se cómo merecí no espera una lista de características positivas como respuesta. Claramente no merecimos su amor. Nos lo regala libremente, porque quiere, sin ningún mérito de nuestra parte. Y eso da para muchas horas y toda una vida de acción de gracias, ¿no?


Y ahora sé que todo lo que yo soñé se siente tan vacío / Si no estás…


Es la comprobación más triste del amor: probar la ausencia. ¿Qué pasa si me alejo? ¿Qué pasa si abandono el amor de Dios? Dios no grita y no te amarra con cuerdas para evitarlo… pero pasará lo qué pasa al alejarse de una fogata: cada vez más frío y más obscuro. Y todo lo bueno que tiene la vida, ahora que hemos estado tan cerca del sol, se siente tan vacío. No porque haya perdido valor, sino porque hemos encontrado una perla preciosa que vale mucho más que todas las demás. No ha cambiado el mundo exterior… hemos cambiado el eje de rotación del mundo interior y tiene mucho más sentido que gire en torno a Dios.


Carin termina cantando en inglés los siguientes versos, también sugerentes:


It's the way you're smilin' at me / it's in the way you hold my hand / It's the way I've watched you change me / from a boy into a man / It's a million things about you / and I don't know what it is / But I have never known a love like this / Que yo encontrara un amor así… Un amor así.


Imagina a Dios que te mira sonriendo… que te cuida a pesar de que no lo pelamos suficiente… que mira cómo maduras y cómo te vas pareciendo más a su hijo. Imagina a Dios emocionado por verte llegar a acompañarlo un rato junto al Sagrario. Y agradécele, porque no hay otro amor así. Y ¡aprovecha! porque no hay otro amor así.



Comments


  • Facebook
  • Twitter
  • LinkedIn

©2020 por Hablando de Dios con canciones. Creada con Wix.com

bottom of page